10 Jun Balneario de Panticosa: historia y modernidad en el Pirineo
Continuamos esta semana por el recorrido que vamos realizando poco a poco por los Balnearios de Aragón. Nos detenemos esta semana en el único que se enmarca en plena cordillera pirenaica, a más de 1.600 metros de altitud. Hablamos de Panticosa, que atesora una larga trayectoria en el mundo de los centros termales. De hecho, su principal fuente de aguas minero-medicinales toma nombre romano: el manantial de Tiberio.
En torno a éste, con aguas que brotan a una temperatura que supera los 50 grados centígrados, los baños comenzaron a usarse como tal entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Este último fue clave en su desarrollo, alcanzando gran fama a finales del mismo. Como se puede comprobar, la historia del Balneario Resort de Panticosa no se puede dejar en unas líneas, así que recomendamos conocerlo más a fondo en este enlace.
Los años han llevado al centro termal a adaptarse a los tiempos y, por eso, ir hoy a Panticosa es acercarse a un moderno balneario que ha sumado al manantial de Tiberio el spa Quiñón. Piscina de agua fría y agua caliente, vaporarium, piscina de hidromasaje con chorros, cama de agua y géiser son algunos de los elementos que componen un circuito que se puede completar en una hora.
Pero las nuevas experiencias en Panticosa se unen a los tradicionales tratamientos médicos, siempre bajo la supervisión de expertos que, de modo individual, atienden a cada huésped para que su estancia en el balneario sea, además de relajante, útil para sus dolencias. A todo ello hay que sumar los diferentes paquetes, que el balneario ofrece para ajustarse a cada necesidad.
El Balneario de Panticosa no se queda en su oferta termal, eje de un centro con historia, sino que su entorno ofrece múltiples actividades tanto para verano como para invierno. Las invernales, de las que ya no podremos disfrutar hasta la temporada que viene, se basan en la nieve, con las estaciones de Panticosa y Formigal muy cerca. Ahora, con el buen tiempo, los deportes de aventura reinan, con una amplia oferta para empaparse de la naturaleza que rodea esta zona del Pirineo que también es un buen punto de partida para conocer el patrimonio artístico de los alrededores.
Sobran ya las razones para acercarse hasta el Balneario de Panticosa, pero si todavía alguien no está decidido, cabe mencionar la oferta gastronómica de sus dos hoteles, con tres restaurantes, una cafetería y dos bares. ¿Aún no te has decidido? ¡Feliz semana!
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