Los balnearios como centros médicos

24 Jun Los balnearios como centros médicos

La mayoría de las aguas termales existentes en Aragón se conocen desde tiempos antiguos. Nuestros antepasados descubrieron manantiales que proporcionaban bienestar y aliviaban dolores. Los siglos han pasado y hoy esas mismas aguas siguen utilizándose para tratar determinadas dolencias, especialmente de la piel y respiratorias.

Desconocemos si los profesionales de la salud ya formaban parte de las estructuras que nacieron en torno a estos manantiales de aguas termales. Sin embargo, en la actualidad, son figuras imprescindibles para el funcionamiento de los balnearios. En los Balnearios de Aragón, los doctores son los protagonistas, evaluando el caso de cada visitante que busca un tratamiento médico y recomendando el mejor recorrido por el centro termal.

El valor del agua mineralizada como elemento que contribuye a mejorar la salud ha llegado a conformar una especialidad más dentro del mundo médico. Y ya hace más de año y medio desde que la Organización Mundial de la Salud incluyera la medicina termal en las estrategias de la Medicina Tradicional.

La Medicina Termal se define como el uso de aguas minerales, marinas y potables, y sus acciones sobre el organismo humano en estado de salud y enfermedad. Por eso, trata del estudio de las aguas minerales y su posible utilización terapéutica o preventiva. Así lo definen en la página web de la Asociación Profesional Española de Naturopatía y Bioterapia.

En los Balnearios de Aragón, las diferentes composiciones de las aguas de los diversos manantiales, permiten someterse a tratamientos para calmar dolores musculares, aliviar dolencias del sistema respiratorio o tratar afecciones de la piel como la psoriasis. A todo ello hay que sumar un aspecto que no es estrictamente médico pero que, sin duda, contribuye a mejorar la salud. Hablamos de la relajación.

En un mundo en el que parece que si paramos un momento perdemos valiosos minutos de nuestra vida, relajarse se ha convertido en un lujo. Incluso cuando uno se toma unas vacaciones, sentimos la necesidad de realizar actividades sin descanso. No “queda bien” regresar y contar que “no has hecho nada”.

Por eso, es necesario volver a valorar el descanso, unas vacaciones sin hacer nada (o casi nada). Los balnearios son uno de esos lugares, donde desconectar juega en favor de nuestra salud. El permanecer todo el día activos, sin tomarnos un rato para nosotros, para olvidarnos de todo, repercute en nuestro bienestar. Y puede derivar en dolores que se pueden convertir en crónicos.

Se acerca el momento de planificar las vacaciones de verano. Desconectar es uno de los principales objetivos y, para ello, alejarse de la rutina es imprescindible. Pero pensad también en dejar huecos libres en vuestra agenda de estas vacaciones. En la medida de lo posible, cuente con que un  balneario podrá ayudar a desconectar y, de paso, si lo necesitas, calmar alguna de las dolencias que nos hacen más difícil nuestro día a día. ¡Feliz semana!